top of page

YATZIRI-I ​(Flor del rocío-doncella de la luna)

Por Luz Marina Méndez

Luz8.jpeg

Los amplios ventanales permitían alcanzar elevaciones espirituales en su máxima intensidad. Un pasillo de granito daba acceso a las arterias de la eternidad. En el centro, una gran mesa arqueada, cuya flor iluminaba todo el recital.-¿Qué significa? -se indagó.Tibios y delicados golpes se escucharon en el umbral. Un guía vestido de blanco, rebosando juventud, apareció. Sin más, depositó sobre aquella mesa, una jarra de vidrio cincelado y flores doradas, sobre cuyo recipiente dejó caer una gota. Si, una gota que simbolizaba la vida. Reverenciando, se marchó.

A pesar de la belleza espiritual de aquel momento, deseo refugiarse dentro de sí, cuando sus ojos se fijaron en dos candelabros de oro con cinco velas amarillas, muy delgadas y finas, que expedían un dulce aroma capaz de fusionar en una sola, la luz etérica de la trilogía espiritual.

Alma, cuerpo y espíritu fusionados en aquella divina sensación. Viró sobre si, moviendo sus alas, sin darse cuenta que era observada. Aquí está la túnica, puedes ingresar- escuchó. Quedo en silencio. Sus grandes ojos color miel, dijeron lo que su boca no. Mientras abrochaba sobre sus hombros la blanca túnica y ceñía sobre la frente la cinta negra de blancas estrellas, pudo ver a través del cristal, que de la piscina de aguas acaneladas y aromatizadas flores, volaban diminutas mariposas de diversos colores que se adherían silenciosas a las almas penitentes. Al borde de aquel estanque, una mujer joven, de unos catorce o quince años, cabello negro y lacio que bordeaba su cintura. Ceñía en su cabeza una cinta negra trenzada de diademas y pétalos de diversos colores.

Era delgada y linda. Su cuerpo soportaba un diminuto sujetador bordeado de azahares, y una túnica amarilla reluciente bifurcada en dos, colgaba de su cintura. Calzaba sandalias de cuero color café. Aunque no se entendía, ya que sus pies no tocaban el suelo. La miró fijamente y le hizo señas de que se acercara. Yatziri- caminó en su dirección. Tomándola de la mano le dijo: Tú has sido seleccionada para recibir un baño de sanación espiritual. Tu blanca energía ha sido absorbida por seres de contrariedad. Una a una diminutas esferas bañaron su cuerpo de luz espiritual desde la flor de los mil pétalos hasta las uñas de sus pies y más allá. Ahora, has quedado renovada, tus dones se han revitalizado. Debes regresar. ​

YATZIRI, flor del rocío, doncella de la luna, sabiéndose protegida, desveló el fino lienzo que separa el mundo onírico de la real inmensidad.

__________

Imagen: Fantasía Eimper

 
Tag Cloud

© 2023 by The Book Lover. Proudly created with Wix.com

  • Facebook B&W
  • Twitter B&W
  • Google+ B&W
bottom of page