ANNE LABASTILLE Y LA TRAGEDIA DEL PATO POC

Recuerdo que cuando cursaba la secundaria en el colegio, nos hablaban frecuentemente del pato poc, un ave oriunda del lago Atitlán (1700 msnm) que estaba en peligro de extinción, hasta fue mascota de los Juegos Centroamericanos organizados en Guatemala en 1985; ahora ya nadie lo recuerda, tanto así que no pude encontrar una imagen del logo de dichos juegos.
Para mi sorpresa me topé con un libro titulado “Lost Animals” de Errol Fuller y el primer animal extinto que menciona es un tal “Atitlán Giant Grebe” Podilymbus gigas, nuestro extinto pato poc. Voy a empezar por traducir el nombre como “zampullín” gigante o “somorgujo” gigante, nuestro pato poc no era realmente un pato sino un tipo de ave acuática palmípeda con un pico recto muy distinto al que observamos en los patos. Sé que los nombres zampullín y somorgujo son apropiados, pero pienso que le luce más llamarlo “zambullidor” gigante. A continuación les contaré algo respecto a su historia basándome en el libro de Fuller.
Lo primero que explica es que la extinción no siempre puede atribuirse a una sola causa, pero pocas especies han sido víctimas de tantos factores como el caso del poc: asesinato, destrucción de hábitat, interferencia política, introducción de especies no naturales al ecosistema, hibridación, efectos del turismo, contaminación ambiental, guerra civil y hasta un terremoto.
Algo que a Fuller le pareció tan extraordinario como la conjugación de todos esos factores, fue el hecho de que los últimos años del poc fueron documentados con lujo de detalles por una mujer dedicada por completo a la causa de evitar su extinción, su nombre, Anne LaBastille (1935-2011). Esta mujer luchó con uñas y dientes, pero todos sus esfuerzos fueron en vano y se produjo la extinción; posteriormente escribió un libro titulado Mama Poc (poc, es el sonido que estas aves hacían) publicado en 1990.
El pato poc surgió como producto de la evolución, se cree que un grupo de zampullines de la especie Polidymbus podiceps llegó al lago Atitlán, permanecieron por miles de años y de alguna forma las condiciones de vida del lago eran tales que esta especie creció más en tamaño corporal y perdió su capacidad de volar. El poc no era un gigante, pero era más grande que los otros zampullines, en términos biológicos se puede decir que se adaptaron a su ambiente y se sabe que el poc evolucionó en el lago Atitlán únicamente, la especie nunca fue observada en otro lugar.
LaBastille llegó a Guatemala en 1965, cinco años antes de esto se contabilizaron solo 200 a 300 aves, para cuando ella llegó solamente habían 80. La causa inmediata de la caída de la población fue el cambio en su ambiente, los locales cortaban grandes cantidades de junco acuático (reed beds) para la fabricación de artesanías, pero ese era solo uno de los problemas que afrontaba, al mismo tiempo la difunta línea aérea Pam Am intentó desarrollar Atitlán como un destino de pesca deportiva; como no habían peces aptos para pescar alguien decidió introducir una especie de lubina o perca, el Large-mouthed Bass (Micropterus salmoides) al ecosistema. El bass es un pez depredador que se alimentó de cangrejos y peces pequeños, precisamente las presas habituales del poc, además de que también podía comer a las crías de éste.

Foto publicada en:
Ecology and Management of the Atitlán Grebe, Lake Atitlán, Guatemala
Anne LaBastille
Wildlife Monographs
No. 37, Ecology and Management of the Atitlán Grebe, Lake Atitlán, Guatemala (Aug., 1974), pp. 3-66
Anne LaBastille se quedó en Guatemala e hizo un refugio natural para la especie y hasta logró llamar la atención de National Geographic para que enviaran al fotógrafo de vida silvestre David G. Allen, desafortunadamente sus fotos nunca llegaron a ser publicadas en la revista. Para 1973 la población subió a 200 ejemplares pero aparecieron nuevas amenazas para la especie. Además de la destrucción de las plantas acuáticas por parte de la población indígena, se sumó la llegada de gente de la ciudad que terminó de arrancar toda la vegetación para poder tener playas limpias en sus casas de lujo. Por si todo esto no fuera poco, llegaron zampullines de la especie Polidymbus podiceps, que fue la que se cree dio origen evolutivo al poc; esta especie sí podía volar y por lo tanto era más fuertes y más eficientes para alimentarse. No solo compitieron por alimento, sino que por ser muy similares se aparearon con los poc y su material genético empezó a diluirse.
Como si se tratara de una película de terror, la tragedia del poc se acrecentó cuando en 1976 un enorme terremoto sacudió Guatemala dando como resultado que las aguas del lago Atitlán bajaran su nivel seis metros. Esta caída del nivel de agua hizo que las pocas áreas en las que habían plantas para que viviera el poc quedaran en lo seco y murieran. Un hombre llamado Edgar Bauer ayudó a trasplantarlas junto a LaBastille, pero poco después fue asesinado y la situación política se volvió tan tensa que nadie ayudó más.
Para 1980 quedaban solo 50 patos poc, en 1983 solamente 32. Se tomaron medidas urgentes para salvarlos, como era necesario capturarlos se rodeó a los 32 pocs y cuando esto sucedía, doce de ellos simplemente volaron, ya no se trataba de pocs puros sino de híbridos con capacidad para volar.
Debido a la forma magistral en que Errol Fuller redactó la historia no he hecho más que traducirla, no textualmente porque no es ese mi trabajo, y lo hice manteniendo la estructura que él utilizó. Como guatemalteco no puedo estar más agradecido con el trabajo y dedicación de Anne LaBastille y el esfuerzo de gente como David G. Allen y Edgar Bauer.
Fuller, Errol. Lost Animals, Extinction and the Photographic Record. Bloomsbury Publishing, 2013. ISBN 978-1-4081-6001-5
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Foto superior: Estampilla del Pato Poc. http://www.delcampe.net