DULCES TÍPICOS Y OTRAS DELICIAS ¿Qué va a llevar mi chula, qué va a llevar mi rey?

En Latinoamérica, bromeando popularmente, se dice que si una persona está deprimida es recomendable que vaya al mercado o a la feria de su comunidad, pues no solo se distrae sino también los vendedores y especialmente las vendedoras tratan al cliente muy bien. Desde ¡Venga mi linda, mi bonita, pruebe mi amor, sin compromiso!, hasta un: ¡Mi rey, mi patroncito, aquí están sus dulcecitos, lleve a su casita! Y nadie les toma a mal sus halagadoras invitaciones a la compra, siendo éstas siempre muy populares en los mercados comunitarios. Cuando empieza el mes de Diciembre en muchos países de habla hispana, la alegría abunda por doquier y las ferias se vuelven más populares. El fotógrafo René Cárcamo Forno, miembro del Club Fotográfico Centroamericano, nos comparte hoy no solamente toda una joya de imágenes de los dulces típicos que nos evocan esas maravillas artesanales de nuestros países, sino además nos cuenta muy a su manera, algunos de los detalles que observó: "¿Qué va a llevar mi Chula?...¿Qué va a llevar mi Rey?, es lo que más se escucha en las ferias, mercados y parques en esta época de amor, fe y esperanza. La gente, aunque a veces con frío, sale en busca de disfrutar cualquier opción culinaria en las afueras de los templos religiosos o en los parques de feria, para elegir y degustar algo que usualmente se disfruta sólo una vez al año. Ventas tipo 'champas' en dónde ofrecen también a veces, bella artesanía local. No pueden faltar restaurantes improvisados, en donde se logra beber desde un café hasta el tradicional batido, aclamado en ésta época. No falta el arroz en leche, horchata, chocolate o hasta una simple bebida gaseosa, todo servido adecuadamente. Qué comer, ¡vaya sí sobra! Pero lo que más llama la atención es la variedad de dulcería: camotes, chilacayotes, manzanilla roja en miel, melcochas en su tusita, canillitas de leche, espumillas de sabores, dulces (confites) de anís, menta, manía, limón, Etc. Así como también, riquísimo mazapán inconfundible en su cajita o bien, suelto. No faltan los rosarios con dulces de azúcar, cocadas, tartaritas, dulcitos gel de sabores, empanadas de leche, nuégados y los riquísimos ¡buñuelos! Por estos lados, se degustan también las torrejas con su respectivo rosicler; churros azucarados, jocotes en miel y mucho más. ¿Alguien pregunta por algo salado? He aquí una pequeña muestra: Plataninas crujientes, garnachas super exquisitas y elotes cocidos. Es oportuno resaltar que lo que más demandan las personas, son: GARNACHAS, TORREJAS, BUÑUELOS y BATIDOS. Es toda una dicha poder recorrer los parques, las ferias y los mercados, viendo la habilidad culinaria de nuestros artesanos. Algo para esperar cada año y claro, para degustar con amor. Con ese mismo cariño que comparto estas fotografías a mi gente de Latinoamérica, especialmente la que vive lejos, yo sé que al ver estas imágenes, sea cual fuere su país, algo recordarán de sus terruños queridos." (René Salvatore Cárcamo Forno).